Desde donde se oye el rumor de las olas en la distancia, y se ve la linea
de sus espumas en el cabo de Oyambre.
Rodeados de campos en una colina de Ruiseñada se ve a nuestros pies
algunas casa de este pueblo y algunas casas de comillas, presididas por
la Universidad pontificia.
En la Monumental y modernista Comillas también hay diversión y playa.
Si salen paseando de la posada pueden adentrarse en el Monte Corona,
si lo desean pueden acompañarles algunos de nuestros perros, Tito o Dos.
Por la noche podemos ver las estrellas. ¡Todas!
El silencio y el olor a humedad y verde tierra aseguran su descanso.
Patricia y Gelo.